Design Thinking proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto. De ahí su nombre, que en español se traduce de forma literal como «Pensamiento de Diseño»

¿Qué es el design thinking?

Hacía diez años que no veía a mi buen amigo Pep Martinex, consultor certificado en design thinking. Durante nuestra comida Pep me dejó impresionado con este concepto. Me explicó que es una metodología para generar ideas innovadoras y que centra su eficacia en entender y dar solución a las necesidades reales de los usuarios pero con un enfoque diferente. Es un modelo de cómo enfocar la innovación en entornos inciertos de forma ágil y radical. Por sus propias características, diferentes a otras formas de crear productos y servicios innovadores, está demostrando que es muy útil para las empresas.

Partes de un usuario/cliente, luego haces un brainstorming del cual resulta un prototipo para ya aplicarlo a la realidad. Muchas empresas subcontratan su I+D de producto en las llamadas incubadoras de empresas lideradas por auténticos emprendedores digitales como Xavier Verdaguer y su «cocina del futuro».

Design Thinking proviene de la forma en la que trabajan los diseñadores de producto. De ahí su nombre, que en español se traduce de forma literal como «Pensamiento de Diseño», aunque nosotros preferimos hacerlo como «La forma en la que piensan los diseñadores» me comenta Pep.

Se empezó a desarrollar de forma teórica en la Universidad de Stanford en California (EEUU) a partir de los años 70, y su primera aplicabilidad con fines lucrativos como «Design Thinking» la llevó a cabo la consultoría de diseño IDEO, siendo hoy en día su principal precursora.

Xavier Olivares que es otros de los cracks de esto. Me llamó especialmente la atención los resultados que obtenían en el ámbito de los proyectos sociales como por ejemplo un collar para mascotas que cambia el color o vibra avisando a nuestros mayores para recordarles su medicación. Otro caso parecido con una tablet para personas mayores con cinco superbotones que les facilitan la vida: las pastillas, skype directo con un clic, los teléfonos principales, la prensa o la lista de la compra.

En resumen que el design thinking es una técnica potentísima.

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