Te pongo en situación.

A un buen amigo mío, socio de una empresa que está jodida, en pleno proceso de refinanciación con sus bancos, le exigen garantías adicionales. Lo normal hoy en día.

El Director del banco es muy amigo de mi cliente, pero aún así, él no tiene claro que le renueven la póliza ya que sus números no son buenos. Dicho socio, me cita a pie de su fábrica de helados para pedirme consejo y en un momento dado, me pregunta: Álvaro, ¿qué debo hacer?

Ante esta situación de casi insolvencia, yo siempre suelo contestar lo mismo:

Joan (no se llama así pero para el caso es lo mismo), si la empresa es viable y sigues teniendo ilusión por luchar por ella, apórtalas. Si dudas del negocio o te ves sin ganas, sin ilusión; abandona la negociación con los bancos y vamos a preparar ya y lo mejor posible, el concurso de acreedores.

¿Y tú cómo ves este último trimestre del año? ¿Crees en ti? ¿Y en tu Pyme?

El 1 de septiembre próximo se acaba el blindaje judicial post COVID y el Administrador de la sociedad deberá solicitar el concurso antes de los dos meses siguientes al conocimiento de su insolvencia. Vamos que, como es lógico, o pagas puntualmente lo que debes o tanto empresas como autónomos, deberemos solucionar esta situación que desde hace más de dos años, quedaba en el limbo legal como consecuencia de la pandemia.

La casi recesión económica está a la vuelta de la esquina y junto con la pérdida de beneficios de la mayoría de las pymes, apunta que este último trimestre tensionará aún más nuestra ya maltrecha tesorería. Hay muchas empresas tocadas que difícilmente podrán salvar esta «tormenta perfecta».

Muchas empresas se planteen estas preguntas: ¿Podré pagar? ¿Sigo, vendo -si puedes- o cierro mi negocio? ¿Me compensa seguir con tanto sufrimiento?

Hoy no quiero centrarme en el entorno macro, sino más bien en apuntar que el origen de la mayoría de los problemas financieros viene dado por una falta de liquidez y no poder hacer frente al pago de la deuda.

Ya sé que el entorno no nos ayuda pero, ¿no somos empresarios? Ignorar los problemas no va contigo y es en los momentos de dificultad  cuando más hay que demostrar nuestra capacidad como dueños de empresa. ¡Debes tomar decisiones ya!

Como empresarios fabricamos oportunidades y lo que veo a menudo, y me incluyo, es que pecamos de no saber gestionar bien nuestras emociones. ¡Qué difícil es hacerlo! Por expereincia propia, te aseguro que la marathon de verdad, empieza en el quilómetro 24 y no el en 1.

Una crisis siempre implica una mejora en nuestra pyme ya que nos obliga a ser mejores. Hacer nuestro negocio áun más eficiente aprendiendo de nuestros errores y adaptarnos. A identificar y  construir nuevas oportunidades de futuro pero para eso hay que tener dinero en la caja y estar atentos a la realidad. 

¿Lo tienes? ¿Estás atento a tu mercado? Espero que no seas de esos que se quejan más que actúan.

Cuando uno está jodido cuesta pensar y más aún decidir temas de tanto calado como la continuidad o el cierre de tu pyme.

La vida nos avisa siempre en forma de dolor pero tampoco hay que ser masoquista, ¿no?

¿Cuánto tiempo llevas sin ganar dinero? ¿Tienes en tus bancos un mínimo de cuatro meses para hacer frente a tus gastos? El 56% de las pymes de este país, declaran que no.

Cuando vemos que los números van reiteradamente mal y no apunta a que vayan a ir mejor, ¿por qué no empezamos a poner en marcha un plan de saneamiento?

Antes de 90 días, podemos mejorar mucho las cosas usando algunas palancas clásicas de gestión que siempre dan buen resultado. ¿Me dejas que te las recuerde? Todos las sabemos utilizar.

Empieza por exprimir la caja. ¿Cómo? Mejorando tu tesorería a corto plazo.

Cobra antes a tus clientes y sé implacable con la morosidad que siempre es mejorable.

Paga un poco más tarde pero explica tus motivos de forma transparente a tus proveedores ya que necesitas de su confianza o saldrán corriendo. Aprovecha para pedirles que te ayuden con los precios y que mejoren su calidad y sus plazos de entrega. A cambio, concentra tus volúmenes de compra en menos proveedores.

Idem con tus empleados.

Baja tus existencias que seguro son más altas de la cuenta (en mi experiencia se puede reducir el stock hasta un 50%). Si tus proveedores te sirven en una semana y tu fabricas en otros 5 días (en total 12 días), ¿porqué tienes 68 días de inventario?

Sube tus precios de venta a aquellos clientes cuyo margen está por debajo de tu media. Llevas ya meses perdiendo dinero. En estos momentos es mejor perder venta de poca calidad y mejorar tu margen que seguir apostando por el tamaño.

Bajar el gasto un 10% suele ser fácil.

Ah, se me olvidaba, despide a tus peores clientes, proveedores y empleados. Te hará falta dinero lpara hacerlo, por cierto. Llevas semanas pensándolo. Ahora, hazlo.

Busca alguien a quien rendir cuentas. No hace falta que sea un consultor o un asesor. Un buen amigo que entienda de números sirve perfectamente pero si te rindes cuentas a ti mismo, te engañarás y seguirás jodido. Es un error clásico.

¿Sabes que  lo peor que hacemos es no decidir nada? Cuando me llama un cliente, normalmente ya es demasido tarde.

Despierta. Céntrate y decide con el corazón pero sobretodo también con la cartera que, para eso eres el dueño del negocio y solo se vive una vez.

¿Tienes ilusión por el futuro o sigues dudando de que tu negocio gane dinero en 2023?

Tic, tac. Tic, tac. Tic, tac. Decide.

Si finalmente decides ir al concurso, sé egoista. Escoge un buen asesor que no te saque la pasta. En concursos de empresas con activos, suelen cobrar por adelantado, de saque, 10.000 €.

Aprende y aprovecha la lección en tu próximo proyecto. Nadie nace enseñado y no por el hecho de ser empresarios estamos obligados siempre, siempre, siempre, a saber ganar dinero a la primera.

Nos vemos.

¿Y cómo acabó  lo de Joan, Álvaro?

Es verdad. Se me olvidaba. Pues Joan apostó por la continuidad de su empresa  de helados y aportó las garantías. Viendo sus números y la ilusión que tiene por sacar adelante un negocio familiar de más de cuarenta años, conseguiremos refinanciaciar la deuda y con la ayuda de proveedores y empleados, salvaremos el trimestre y encararemos 2023 con un buen plan para sanear el negocio que buena falta le hace.

Feliz día. Gracias por leerme y hasta el siguiente post.

Me llamo Álvaro Navarrete de Superpyme y estoy aquí para ayudarte a ganar dinero en tu empresa.

Si quieres mejorar el resultado de tu pyme, contrátame haciendo clic aquí.

alvaro@superpyme.es