Lamentablemente la frase no es mía sino de genial creativo y publicista americano  George Lois. La he sacado de un Ezquirre memorable de 1977.

Hoy hablaré de si vale la pena que crezca tu pyme. Digo pyme, no pene.

Muchos clientes, amigos y buenos empresarios me hacen siempre la misma pregunta,

¿merece la pena crecer, Álvaro?

¿Para ganar qué?, respondo yo.

Para mi no. Vivir entre 5 y 10 millones de euros es fantástico si se es buen empresario. Cuando uno se hace grande, se pierde foco en el producto, en la personas. Dejas de la lado tus valores a cambio de un resultado. Te olvidas de visitar a clientes y proveedores, dejas de conocer a tus empelados  y te pasas la mayor parte de tu tiempo en reuniones de esas aburridas. Vives en modo «zombie» durante, al menos, tres años (eso yendo bien). Es como dejar de preocuparte de tus hijos y poner más atención en los del vecino. Honestamente, con ese panorama no creo que tu pene crezca mucho.

Una empresa que crece es como un adolescente, demanda mayor atención y cuidado constante. Constante. «Más gatos, más ratones», dice el refrán. Además, ¡ten cuidado!, no te engañes. Más ventas no siempre conllevan más beneficio pero lo que si está claro, es que más ingresos conllevarán más males de cabeza por la mayor complejidad en la gestión. Más departamentos, personas de trato más complicado, mayor inversión en campañas de marketing, mayor exigencia de los inversores y accionistas, mayor exigencia en tu toma de decisiones. Y, lo peor de todo, al menos lo que a los dueños de negocio nos da más pereza, mayor lentitud en la toma de decisiones y mayor peso de la política en la gestión. Eso de la parálisis por el análisis que nos saca de quicio a los «owners».

¿Has probado lo de la reinvención permanente? Es mucho más saludable para la mayoría de los penes.

Me reafirmo, salvo en el caso del pene, lo grande va a peor y lo pequeño mejora.

Gracias por leerme.

 

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