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¿Por qué unas empresas van bien y otras no? ¿Cuál es la característica que hace que tengas un buen o mal resultado? Analiza los resultados de tus tres últimos trimestres y si no estás creciendo el doble de la inflación, tienes un problema que resolver. ¡Manos a la obra, Super Empresario!

En los ciclos de vida de las Pymes, solo existen esos tres estados. Piénsalo. Una empresa nace, crece y se desarrolla y luego muere. Es el ciclo sin fin, como en la peli de El Rey León de Disney. Igual que cuando estudiábamos ciencias naturales en el cole.

La empresa no más que el reflejo del líder y su estado es el tuyo. ¿No crees? Cuando estamos fuertes, con energía y enfoque, nos comemos el mundo y crecemos. Por el contrario, cuando nos sentimos débiles y apagados, nos dejamos llevar o caemos. Buscamos culpables o permanecemos indiferentes y apáticos ante los problemas. A todos nos pasa en mayor o menor medida. La diferencia es cómo unos se dan cuenta y lo corrigen rápidamente y otros pueden permitirse el lujo de ir aguantando y dejando que ese cáncer se te coma por dentro.

Me viene  a la  cabeza un artículo publicado por la Universidad de Standford en el que comparaba los meses que una Pyme tarda  en reaccionar ante un problema serio. Pongamos por serio la falta de liquidez para afrontar sus pagos, la pérdida de su líder o un cambio de situación de mercado como ahora con la COVID. ¿Preparado para el dato? 17 meses en España, 10 en Alemania y 3 en Estados Unidos. ¿Y tú? ¿Cuánto tiempo puedes permitirte perder dinero o sin que tu negocio crezca? Te recuerdo que en tus bancos deberías tener entre seis y ocho meses de liquidez para hacer frente a tus pagos. Si no es así, siento heberte despertado del letargo.

Dirigir conlleva tener claridad en cada momento para que siempre tomemos las mejores decisiones, por encima incluso de nosotros mismos ya que la empresa tendrá continuidad más allá de ti. Con los años he ido aprendiendo que la diferencia está no tanto en saber que más nos duele sino en tener la altención necesaria para detectar lo que yo llamo la «jerarquía de necesidades» y dar PRIORIDAD solo a una cosa, evitando querer hacer todo a la vez. Si, has leído bien, solo a una. Cuando nos quedamos sin saldo, tendemos a vender más sin pensar que el servicio al cliente que damos es malo y que nuestras entregas llegan siempre tarde. ¿Qué pasa?;  pues que vendiendo más, perdemos más dinero y no arreglamos nada sino todo lo contrario. Más problemas, mayor improvisación y mayor presión también en gti y en tu equipo ya desgastado.

El ser humano, antes de andar, da unos 10.000 pasos gateando. Luego caminamos y solo después de tener un control en el equilibruio y el ritmo, podemos empezar a echar a correr. ¿Es así o no? Primero el uno, después, el dos, luego el tres pero nunca intentes pasar del uno al tres o te distraerás y cuando mires el saldo en tu banco dirás, «¿coño, que ha pasado aquí?» ya estamos otra vez con el endeudamiento y el pedir favores que no harán más que hipotecar tu libertad y la de los tuyos. No caigas en la trampa de la supervivencia. Eso de «ir tirando» es lo que no debes hacer. Te lo debes a ti y a los tuyos. Saber escoger tu PRIORIDAD es todo un arte. Olvídate de las prioridades y céntrate en lo que realmente es imprescindible y vital para tu Pyme. 

Hoy quería compartir contigo no tanto lo que hay que hacer en cada momento según el entorno y todo eso que ya sabemos, sino la importancia de ser consciente y de estar atento ante todos esos cambios que cuando no nos convienen, cometemos el error de no querer verlos y autoengañarnos. Es como cuando uno empieza a ganar peso, unos cuantos kilos de más en verano y cuando te miras al espejo, te dices a ti mismo: va, eso no es nada, en cuanto  llegue a casa me pongo a tope con el gimnasio y me los quito en «na y menos». Y luego, ya sabes, no hay manera y cada vez estás más fondón. Pues algo así es lo que nos pasa en la Pyme.

Toda empresa, igual que cada persona, pasa en su vida por por distintas fases que configurarán su tamaño y personalidad. Unos años te va bien y creces, otros te mantienes y, como no, hay otros años o meses en que todo parece que se ponga en contra tuya y pierdes dinero. Eso es la empresa y eso ser empresario. Vivir en un carrusel permanente a cambio de ir dando forma a nuestros sueños y construir un futuro mejor.

Hazte una pregunta y constéstamela de la forma más honesta posible: Como consecuencia directa del trabajo que has hecho en las dos últimas semanas, ¿podrías afirmar si has conseguido o has provocado que algún tema sustancial de tu empresa haya mejorado? Si no hubieras actuado, aquello que has corregido o mejorado iría a peor. A eso me refiero. ¿Lo has hecho? ¿Qué impacto ha tenido sobre el resultado del negocio?

Recuerda que como directivo y dueño de tu pyme, lo que se espera de ti es que actúes para asegurar que tu empresa va bien, cada vez mejor y eso no es otra cosa que vender más, ganar más dinero y crear cada día nuevos empleos y de mayor calidad. Nadie mejor que el pastor conoce a su rebaño. Nadie mejor que tu conoce a cada empleado, cada puesto de trabajo, cada cliente y proveedor, cada situación. Tan solo tienes que estar atento, consciente y con esa energía infinita que tenemos los autónomos para que llegado el momento tracciones CADA DÍA los sueños en realidad. Repasa mentalmente tu negocio de arriba abajo y pregúntate: ¿Cuál es mi gran problema a resolver? No olvides que somos autómonos ye mrpesarios y somo «solucionadores de problemas«, jeje. Ánimo.

Si por la mañana te levantas pensando que tienes que ir a trabajar, estás jodido. Si no amas lo que haces, estás jodido. Si no te diviertes en el trabajo y no aprendes con quienes te relacionas, corrigelo o seguirás estando jodido. Te será imposible estar atento a aquello que no te interesa. Y lo peor de todo no es que tu empresa seguirá en caida libre sino que tu día a día seguirá siendo igual de mediocre. Seguirás ganando kilos, como en el símil del principio del artículo y te engañarás solo yendo al gimnasio para hacer uatro pasos y darte una ducha. Cámbialo. En cambio, si en esos cuatro o cinco segundos mágicos antes de levantarte cada día piensas que gracias a ti vas a hacer que algo mejore, que alguien aprenda algo o que gracias a ti, algún compañero se inspire. Entonces crecerás como persona y harás crecer también a tu pyme. Recuerda que eres un Superempresario y que un día decidiste cambiar tu vida. Si dudas, repasa todo lo que has conseguido desde el principio y pondrás orden en tu día a día. Eso si, hazlo durante los cuatro primeros segundos antes de levantarte de la cama;)

¡Feliz día Super Empresario!

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