Gestión de tesorería: Optimizando los flujos monetarios
Francesc Xavier Olsina

La cuenta de resultados de una empresa depende de una buena gestión de tesorería y su correspondiente toma de decisiones. La gestión de tesorería es una función financiera primordial. Su objetivo es gestionar óptimamente los flujos monetarios, las previsiones de liquidez, el suministro de financiación, la rentabilización de sus excedentes temporales y la gestión de las relaciones bancarias.

En Tesorería se toman diariamente decisiones irrevocables que afectan directamente a la cuenta de resultados, en un ambiente de incertidumbre procedente tanto desde el interior de la propia empresa (decisiones estratégicas a largo plazo, política de inversión, política comercial) como del entorno en el que se desenvuelve (nivel de crédito del sistema financiero, evolución de los tipos de interés y de los tipos de cambio).

Al otro lado de la mesa se encuentran las entidades financieras, que facilitan a las empresas no sólo los fondos monetarios y servicios sino también algo que no siempre se suele tener en consideración: asesoramiento e información. A su vez, las empresas canalizan a través de sus entidades financieras un negocio muy estimado por ellas: este «Activo Bancario» tiene un valor que la empresa debe saber vender en las negociaciones.

Por último hay que destacar que aquéllas son cada vez más exigentes en relación a los servicios financieros que reciben, por lo que las relaciones futuras se basarán en la obtención de una adecuada calidad bancaria tanto en el trato profesional como en la gestión del abanico de operaciones de la relación Banco-Empresa.