Sí, como la emotiva película del italiano Roberto Benigni pero en lugar de VIDA, DUDA.

¿Cuántas preguntas potentes has hecho  hoy a tu equipo?

Hoy va de dudar. Los buenos CEO’s tienen que saber hacer buenas preguntas. Es una de las claves de la ULTRAPRODUCTIVIDAD.

La duda te obliga a cuestionar lo que sabes y a plantear buenas preguntas. A ti y a quiénes te rodean. Dudar cuestiona lo que sabes. ¡A veces, hasta nos hacen cambiar de opinión!

Nunca me han caido bien los sabelotodo. Esas personas que tienden a interrumpir y corregir constantemente a los demás, mostrando una actitud de superioridad. Creen que solo su perspectiva es la buena. Esta actitud resulta irritante cuando intentas hablar con ellos, ya que no permiten un intercambio de ideas y conocimiento de igual a igual. Es uno de los principales males de los CEO’s en las pymes. Preguntar ayuda a vender ideas. Preguntar genera confianza ya que te acerca a la humildad. El ignorante afirma, el sabio cuestiona.

Piensa por unos segundos en los tres mejores profesores o jefes que has tenido en tu vida. ¿Por qué te apasionaban sus asignaturas aún sabiendo que, al principio de curso, no eran tus preferidas? Yo recuerdo a algunos de los mejores que he tenido, y lo que los hacía únicos era su habilidad para hacer preguntas que me obligaban a pensar y entrar en su mundo. Me quedaba embobado pensando, «coño, a mi ni se me había pasado por la cabeza esa idea!» Nos desafiaban constantemente a pensar más allá de lo evidente. Sus preguntas nos empujaban a estimular nuestra propia curiosidad, a explorar diferentes enfoques, a conectarnos emocionalmente con el tema y a desarrollar nuestras propias ideas. Estoy convencido de que a ti te ha pasado lo mismo.

Liderar es dudar. Dudar es enseñar a pensar a los demás. ¿Qué mejor manera de crecer como personas que cuestionando la realidad?

En lugar de ofrecer respuestas definitivas, busca guiar a las personas mediante as buenas preguntas. Si haces esto, cuestionas tus propias creencias y suposiciones. Sócrates decía aquello de que «Solo sé que no sé nada» ilustra su enfoque en la humildad intelectual y el constante deseo de buscar la verdad a través del cuestionamiento riguroso.

La duda desempeña un papel fundamental en nuestro crecimiento personal y en nuestra capacidad para liderar de manera efectiva. Al cuestionar la realidad y fomentar un pensamiento crítico, no solo nos desafiamos a nosotros mismos, sino que también brindamos a los demás la oportunidad de expandir sus propias perspectivas y desarrollar habilidades de pensamiento independiente.

Ten en cuenta, eso sí, que dudar tiene un límite porque cuando se nos mete «la espiral debajo de la boina» podemos acabar locos y volviendo también loca a la organización. La duda es como invitar a comer a casa a unos buenos amigos, los disfrutas un ratito pero luego deben irse. Dudas, cuestionas, te informas, analizas y vaoras pero siempre hay que tomar la mejor DECISIÓN.

Hoy cuando vuelvas a casa, plantéate si enseñas desde la afirmación o desde la duda. ¿Cuántas preguntas potentes has hecho  hoy a tu equipo? Coge la agenda y anótalas. Al final, marca palitos, sí como esos que hacen en la pared los prisioneros para no perder la cuenta de los días que llevan en la cárcel. Cuéntalos y ya tienes otra excelente métrica más de tu buen liderazgo. Preguntar es enseñar a pensar. Si lo haces bien, estarás construyendo una buena cantera de talento y eso te dará más libertad y te hará ganar más dinero, ¡palabra de SuperPyme!